This is a SEO version of eRevistaGLM112. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »H
oy me siento avergonzado de compartir profesión con algunos individuos con titula-ción, que ejercen como dentistas y dirigen una clínica dental.Y desde mi punto de vista, se pueden tildar de todo menos de profesionales.
Esta mañana he recibido la llamada de un compañero y amigo, y gran profesional, con el propósito de informarse sobre el tipo de implantes que le habían colocado a un pacien-te que acudía a su clínica por primera vez.
El caso es que este paciente había sido tratado en otra clíni-ca, donde le habían colocado unos implantes.Ante su descon-tento, edecidió cambiar de dentista y acudió donde mi amigo para que le restaurara la boca sobre esos implantes.
Mi amigo le comentó al paciente que necesitaba saber quémarca de implantes le habían colocado para poder
¡Somos dueños
de nuestros datos!
conectar de forma adecuada la prótesis.Y que, por favor, lo preguntara en la clínica donde le habían tratado previamente.
Cuál es su sorpresa cuando este paciente llama a esa clínica y su diligente secretaria le contesta –viendo que perdía el pa-ciente– que no le va a proporcionar esa información, a menos que acuda de nuevo a su clínica para realizar la exposición de los implantes, cuyo importe era de tantos euros.
Increíble, ¡le estaba negando una información de la que el paciente es dueño! Y además le estaba chanta-jeando, obligándole a acudir a la consulta y cobrarle con la excusa de un acto médico. Parece que existe una imperiosa necesidad de ingresar dinero, sinceramente me parece un atraco.
¡Lástima! Parece que también en parte de este campo, la codicia ha borrado la honradez y el cuidado del paciente.
por el Dr.
JuanE. Santiago
Paseo deAlcobendas, 10 C.C. El Bulevar 1ª Planta. LaMoraleja 28109Madrid.
Tfno. 91 650 63 70
This is a SEO version of eRevistaGLM112. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »